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It is a question my Teacher has asked me and every time I listen to it I remember yes. I have always known it, from a very young age I knew it, I came to this world to do something great. And really not only for me, not something big exclusive for my life, but for the world, for the entire Universe!
My first memory is that I had "fallen" on this planet due to "creating" the universe, the planets, the stars ... We were setting the stage, so my mission was to remind everyone of that moment before creation, this memory is from a long, long time ago, then I think I also forgot, and then I wanted to find the cure for humanity's suffering, as a child I saw it as the medicine for sadness.
As I got older, I began to understand that the body get sick, so my wish was to find a cure for those diseases that killed people.
I kept growing and although my desire was bigger, my vision was shorter.
So I just thought that although my heart was screaming in colors, my mind was thinking of some university career that would cure human ills. I didn't study any of those careers, because art was always a magnet and I ended up studying architecture.
And it has become increasingly clear to me the desire that
we all together remember that the Truth is within, that we are Love ... that we are not separate.
And of course, there have been bumps along the way, for one -or several- moments I thought that in order to accomplish the mission , to make everyone remember, it had to be seen in a specific way. That I should not do anything "for me", but everything in function of humanity and only work for the organization that reminds everyone else and that service should be look in a certain way.
And the always compassionate Universe has shown me in a strong way the path. Service, love, giving, remembering, they can look in a thousand ways, one of them is that magnet that has always pulled my heart: art.
And just in the days of greatest doubt, I have received a monsoon of messages of thanks and messages of appreciation about the art that is made through me, the fibers that it touches in people and the motivation that it causes in their lives and, well, WOW .
My heart melted in humility because although it seems that it is my art, my paintings, my brand, it has never been about me, it has always been about the mission I had since my first memory.
I believe that when we "fell" on this planet, we brought with us a magical backpack full of skills, which are our tools with which we will work on "the mission".
We all bring different tools, the matter is to open the backpack, see the tools, embrace them and use them, not to not see in the other’s backpacks what would serve you, but make the most of what is in your backpack. Use all the tools, because in the end we packed them ourselves before falling here to put them at the service of all and together remember.
Remembering our purpose is crucial.
It makes your stay on this planet enjoyable, full of love, of joy.
to remember and so that everything you do is a clue to someone else, a clue to someone the more you also start remembering.
At the moment it is becoming increasingly clear to me that it is through art that I can serve, that I can give clues to whoever wants to see them and that every moment of my life is dedicated to the healing of humanity. It is dedicated to loving so much that it is impossible not to remember.
My life it’s also surrendered to that possibility of everything can look in different ways in any time and that’s exciting too.
Unsolicited advice?
DO NOT STOP.
Don't stop until you remember your purpose on this planet.
And once you remember ... don't stop.
Es una pregunta que me ha hecho mi Maestro y cada vez que la escucho recuerdo que sí. Siempre lo he sabido, desde muy pequeña lo sabía, vine a este mundo a hacer algo grande. Y de verdad que no sólo por mí, no algo grande exclusivo para mi vida, sino para el mundo, para el Universo entero!
Mi primer recuerdo es que había “caído“ en este planeta debido a estar “creando“ el universo, los planetas, las estrellas…estábamos preparando el escenario, entonces mi misión era recordarles a todos ese momento antes de la creación, este recuerdo es de hace mucho, mucho tiempo, luego creo que también olvidé y después deseaba encontrar la cura para el sufrimiento de la humanidad, de niña lo veía como la medicina para la tristeza.
Fui creciendo y empecé a entender que el cuerpo se enfermaba, así que mi deseo era encontrar la cura para esas enfermedades que mataban gente. Seguí creciendo y aunque mi deseo era más grande, mi visión era más corta. Así que sólo pensaba que aunque mi corazón gritaba en colores mi mente pensaba en alguna carrera universitaria que sanara los males de los humanos. No estudié ninguna de esas carreras, porque el arte siempre fue un imán y terminé estudiando arquitectura.
Y cada vez se ha hecho más claro para mi el deseo de que
todos juntos recordemos que la Verdad está dentro, que somos Amor…que no estamos separados
Y claro, ha habido topes en el camino, por uno -o varios- momentos pensé que para ayudar, para aportar a que todos recordemos tenía que verse de una forma específica. Que no debía hacer nada “para mi”, sino todo en función de la humanidad y únicamente trabajar para la organización que les recuerda a los demás y que el servicio debía verse de cierta forma nada más.
Y el Universo siempre compasivo me ha mostrado de una manera contundente el camino. Servir, amar, dar, recordar, se puede ver de mil formas, una de ellas es ese imán que siempre ha jalado mi corazón: el arte.
Y justo en los días de mayor duda, he recibido un monzón de mensajes de agradecimiento y mensajes de apreciación acerca del arte que se hace a través de mí, las fibras que toca en las personas y la motivación que causa en sus vidas y pues WOW.
Mi corazón se derritió en humildad porque aunque parezca que es mi arte, mis pinturas, mi marca, nunca se ha tratado de mí, siempre ha sido acerca de la misión que tuve desde mi primer recuerdo. Creo que cuando “caímos” en este planeta, trajimos con nosotros una mochila mágica llena de habilidades, que son nuestras herramientas con las cuales trabajaremos en “la misión“.
Todos traemos diferentes herramientas, el asunto es abrir la mochila, ver las herramientas, abrazarlas y usarlas. No ver en las mochilas de los demás qué cosa te serviría, sino aprovechar al máximo lo que hay en tu mochila. Usar todas las herramientas, porque a final de cuentas nosotros mismos las empacamos antes de caer aquí para ponerlas al servicio de todos y juntos recordar.
Es crucial recordar nuestro propósito.
Hace que la estancia en este planeta sea disfrutable, llena de amor, de alegría.
por recordar y por que todo lo que hagas sea una pista para alguien más, una pista para que alguien más también empiece a recordar.
Por el momento se hace cada vez más claro para mí que es por medio del arte que puedo servir, que puedo dar pistas a quien quiera verlas y que cada momento de mi vida está dedicado a la sanción de la humanidad. Está dedicado a amar tanto que sea imposible no recordar. También mi vida está rendida que se puede ver de cualquier forma en cualquier momento y eso también es emocionante.